Expertos han demostrado que mantener una actitud positiva puede ser la clave para prolongar la vida, además, de saludable.
Los estudios respaldan la noción de que aquellos que experimentan satisfacción en su vejez presentan menor riesgo de mortalidad que aquellos insatisfechos en esta etapa de la vida.
Asimismo, se benefician de una mayor calidad de vida al ingresar en la etapa después de los 60 años, según revela un estudio publicado en la revista Jama Network Open.
Mientras que la gratitud y una actitud positiva desempeñan un papel crucial en la promoción de la longevidad y en el logro de una vejez satisfactoria que los mantiene en un estado constante de bienestar.
También es importante señalar que el cerebro inicia la liberación de toxinas beneficiosas que pueden aumentar cuando una persona comienza a experimentar gratitud y reduce su estrés.
Fomentar una actitud positiva a lo largo de toda la vida puede tener un impacto significativo en la etapa de la vejez, ya que conlleva ventajas tanto para la salud física como mental.
Además, existen prácticas como la meditación que pueden acercar a cualquier individuo a un estado en el que se mejora el funcionamiento cognitivo y se reduce la sensación de soledad durante la vejez.
Actitud positiva contra pensamientos negativos
El profesor de genética en la Facultad de Medicina de Harvard, David Sinclair, sostiene que aquellos que mantienen una actitud positiva en torno a la vejez experimentan una vida larga y saludable que aquellos que tienen pensamientos negativos.

Fomentar una actitud positiva a lo largo de toda la vida puede tener un impacto significativo en la vejez.
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Esta afirmación está respaldada por evidencia sólida, ya que el estudio mencionado examinó a casi 14,000 adultos mayores de 50 años.
Por lo tanto, concluyó que las personas que se sentían más satisfechas con su vida en la tercera edad tenían un 43% menos de probabilidad de fallecer en comparación con quienes estaban menos conformes con su edad.
El estudio señala que tienen menos riesgo de desarrollar diabetes, accidentes cerebrovasculares, cáncer y enfermedades cardíacas.
Asimismo, muestran un funcionamiento cognitivo óptimo y experimentan niveles más bajos de soledad y depresión al llegar a una edad avanzada.
La gratitud, como impulsor de la felicidad, desempeña un papel esencial en el cultivo de una actitud positiva y el cerebro experimenta cambios notables.
Se produce un aumento en la liberación de oxitocina y dopamina, neurotransmisores relacionados con la felicidad, que contribuye a una sensación de bienestar y mejor ánimo, según las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC).
Adicionalmente, la práctica de la gratitud se asocia con la reducción del estrés. Al mantener un hábito regular de gratitud, nuestra percepción de las situaciones difíciles se transforma.
Aspectos positivos disminuye la ansiedad y el estrés
La reducción del estrés tiene un impacto en la salud, dado que el estrés crónico está vinculado a las enfermedades.

Una actitud positiva prolonga la vida y mejora la salud.
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Por otro lado, para mantener una vida de calidad, tanto en términos físicos como psicológicos, es imprescindible el descanso adecuado.
Los expertos subrayan la importancia de dormir al menos ocho horas para mantener una mentalidad positiva.
Sin embargo, el sueño no es el único factor en juego; encontrar momentos de relajación durante el día, también resulta beneficioso.
Además, una alimentación saludable desempeña un papel crucial. Una dieta equilibrada, baja en carbohidratos, mantiene los niveles de glucosa en la sangre, lo que repercute positivamente en el ánimo.
En síntesis, la práctica constante de la gratitud es esencial para nutrir una actitud positiva y aprender a valorar las bendiciones de la vida.
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