El día en que Liang decidió abandonar su trabajo en un banco en la provincia de Zhejiang, China, sus amigos organizaron una gran fiesta de renuncia en su honor.
Tocaron instrumentos como gongs y tambores, siguiendo las tradiciones de los rituales matrimoniales en China.
Incluso le colocaron una flor en el pecho con un inusual mensaje en un cartel rojo que decía: «Se acabó este trabajo que tanto despreciabas».
La atmósfera estaba impregnada de alegría, con farolillos, pancartas y carteles de «doble felicidad» típicos de las bodas decorando el lugar, mientras las mesas se llenaban de una gran variedad de comida.
Todos los asistentes a la fiesta de renuncia recibieron una invitación que decía: «Espero que disfrutes de la comida y la bebida, y que puedas escapar de la amargura muy pronto».
Celebrar la renuncia al trabajo
Puede parecer extraño celebrar el abandono de un trabajo estable con un salario envidiable, especialmente en un momento en el que estos empleos son escasos, y considerando las sombrías perspectivas económicas de China y la alta tasa de desempleo juvenil.
Sin embargo, Liang, de 27 años, quien ahora se dedica a la creación de contenido y dirige una cafetería, afirma que desde su renuncia en mayo se siente mucho más feliz y desestresado.
Este sentimiento es compartido por muchas otras personas en circunstancias similares que comparten sus experiencias en Internet.
«Me encontré atrapado en un trabajo monótono y mecánico que consumía gran parte de mi energía», dijo Liang a un medio informativo.
Liang se sintió creativamente asfixiado mientras trabajaba en el departamento de relaciones públicas de un banco, donde las ideas innovadoras eran desestimadas y olvidadas.
Fiesta de renuncia
Este año, las redes sociales chinas han estado llenas de mensajes sobre las «fiestas de renuncia«, a medida que el país se recupera gradualmente de la pandemia de COVID-19 y enfrenta sus impactos económicos y sociales.

En las fiestas de renuncias se celebra con una gran variedad de comida para agasajar a los que renuncian.
La mayoría de las personas que se unen a esta tendencia que tienen muchos años trabajando y citan diversas razones para renunciar y que luego tienen su fiesta de renuncia, desde los bajos salarios hasta el agotamiento o el «burnout».
Según Maimai, la plataforma china similar a LinkedIn, el 28% de los 1.554 empleados de diferentes sectores encuestados entre enero y octubre de 2022 renunció ese año.
Esta cifra se duplicó entre aquellos que planeaban renunciar, pero aún no lo habían hecho.
Aunque un movimiento similar llamado «La Gran Renuncia» había tomado impulso en Estados Unidos, con casi 50 millones de personas abandonando sus empleos en dos años, parece que esta tendencia está comenzando en China.
Los jóvenes sobrecargados de trabajo, que han competido duramente académicamente y han avanzado en la jerarquía empresarial, están desilusionados y buscan un mayor sentido y propósito en sus vidas, algo que sus empleos actuales a menudo no les brindan.
Los expertos advierten que esta tendencia podría agravar los problemas económicos de China, ya que la disminución de la natalidad y la reducción de la población activa plantean desafíos para el crecimiento futuro y para las generaciones jóvenes chinas.
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