Antes que nada ¿Qué es Procrastinar? Se conoce como la acción de posponer o aplazar las tareas, deberes o responsabilidades por otras actividades que nos pueden resultar más gratificantes pero que son menos importantes.
Entonces, en vista de que se acerca el fin de año, muchos priorizamos en una lista nuestros designios, cambios efectivos que queremos ver hecho realidad en el próximo año. Pero ¿Cuántas de estos designios se cristalizan?
Muchos abandonamos los proyectos, esto se debe a dos posibles causas: o nos trazamos objetivos poco realistas, o por el contrario hemos adquirido el mal hábito de posponer o de procrastinar.
No busques excusas
Muchas personas se disponen a iniciar una dieta, que quieren viajar, que tienen la intención de asistir a un gimnasio, pero, no se acercan ni a la entrada del gym, o que están dejando de fumar pero se cambian a los cigarrillos electrónicos. Resulta que tienen mil pretextos para justificarse.
Es por ello, que estas personas creen que efectivamente acabarán haciendo aquello que han postergado sin cesar. Tratan de convencerse de que ese retraso es una excepción, cuando en realidad se ha convertido en una excusa.
La Dra. M.S. Roberts lo cita en su libro ¡No lo dejes para mañana!, el cual fue publicado en español, esta dinámica la denominan los especialistas como abulia. Los expertos denominan “abulia” a poner excusas para postergar las tareas.
Por otra parte, un 50 por ciento de los estudiantes reconocen que no «van al día», y por otro lado, el simple hecho de acudir a tiempo a un estudio de mamografía, reduciría un 30 por ciento el cáncer de mama, de acuerdo con un estudio realizado en 1990.
El miedo al fracaso
¿Qué hay detrás de ese miedo al fracaso, que nos genera frustración y sentimiento de culpa? Pues, resulta, que por una parte es posible que exista una imposibilidad para administrar el tiempo, así como la sensación de no saber por dónde empezar un proyecto.

Hay reconocer el problema y comenzar a planificar esa meta.
Sin embargo, en el fondo sabemos que el problema suele estar el miedo al fracaso. Muchas personas retrasan permanentemente el inicio de un plan porque temen estrellarse.
Para William Knaus, ex asesor de Bill Clinton y experto en estadísticas de salud dice que las personas que posponen padecen el síndrome de «autoduda». Son personas que no confían en sus posibilidades, además de tener una baja tolerancia a la presión que represente grandes metas.
Un plan de acción
A pesar de que algunas personas suelen postergar sus planes, no todos se hallan en la misma situación. De hecho, hay dos tipos de personas con abulia: los que afecta a cuestiones habituales y los que paralizan decisiones fundamentales para la vida.
Es por ello, que a esta segunda categoría pertenecen aquellas personas que han detectado un problema grave, como dificultades conyugales o hábitos perjudiciales para la salud, pero no hacen nada para atacarlo.
Cuando la crisis estalla, ya no se puede tomar correcciones, y lo que hacemos es reaccionar en lugar de actuar. Esa pasividad es responsable de muchos fracasos en nuestra vida, también de situaciones engorrosas como quedarse accidentado por la abulia de llevar el carro a revisión.
Reconocer el problema
Pero, resulta que tenemos la solución, se trata de reconocer el problema y elaborar un plan de acción inmediata con expectativas realistas. Se puede hacer una hoja de ruta personal que revisaremos, un día por semana, para saber si estamos cumpliendo lo que nos hemos marcado.
Una vez en marcha, es posible que nos demos cuenta de que aquello que nos parecía tan difícil está a nuestro alcance. Ese paso bastará para acabar con la ansiedad y la autoduda que nos produce postergar aquellos que deseamos.